En el verano de 2005, Ban'ya Natsuishi me invitó a participar en una lectura privada de haiku en honor del poeta portugués Casimiro de Brito, que pasaba unos días en Tokio, invitado a cierto Festival Internacional de Poesía organizado o acogido por el Instituto Italiano de Cultura, entonces recién inaugurado. Entre los míos, el poemita que figura en esta página, sobre el dibujo, rayado por la lluvia, de unas ramas nevadas en el bosque del Monte Koya, fue especialmente bien recibido por los colegas japoneses. A mí mismo me gusta más que el español original, del que hube de apartarme al traducir:
Llueve en el bosque
con que música antigua
nieve de anoche.
En japonés se lee ame ga furu sakuya no yuki mori kodama, y hay un doble sentido que no está en el original: mori kodama puede leerse a la vez como "ecos del bosque" y como "dioses de los árboles del bosque". Lo cual perfectamente vale por "música antigua".
En el margen del río Yodo, que corre del Lago Biwa al puerto de Osaka, grabo unos trazos cambiantes. "Esto es lo malo de no hacer imprimir las obras: que se va la vida en rehacerlas", escribió Reyes. Esto es lo bueno de la vida: que corre. Como lo que aquí se publica no se imprime, se rehace.
esas Kakekotoba son un dolor de cabeza!!!
ResponderBorrarSuerte!!!
danos mas letras...
y ya dejame leer tus otros blogs... digo a menos de que sean privadisisisisimos....
No, no son un dolor de cabeza: son un placer.
ResponderBorrarGracias por la visita.
Mis otros blogs son para mis alumnos de la universidad. ごめんな。