En el margen del río Yodo, que corre del Lago Biwa al puerto de Osaka, grabo unos trazos cambiantes. "Esto es lo malo de no hacer imprimir las obras: que se va la vida en rehacerlas", escribió Reyes. Esto es lo bueno de la vida: que corre. Como lo que aquí se publica no se imprime, se rehace.
miércoles, 28 de mayo de 2008
Dicho sea en honor de la verdad
—para don Ch. D.
Hay que decirlo: los amigos que vienen, cuando se van, qué recuerdos nos dejan —y qué alivio nos dan.
Hola
ResponderBorrarYo tengo mi propia copla para despedir a un amigo.
Algo se muere en el alma
cuando un amigo se va.
No te vayas, todavía,
No te vayas, por favor.
Que hasta la guitarra mía,
llora cuando dice: Adiós.
Una verdad como un templo. Me ha encantado.
ResponderBorrarAhora entiendo el porqué de tu abandono a tus blog-lectores.
ResponderBorrarDile por favor de mi parte que, como es costumbre, estuvo por demás interesante en su plática del Cervantes. Y a ti, lo mismo.
Ojalá tengamos pronto la oportunidad de escucharlo de nueva cuenta en esta isla...