
La red de trenes Keihan (京阪) se llama así porque la primera y principal de sus vías une, desde 1910, las ciudades de Kioto (京都) y (大阪) Osaka. De la estación de Hirakata (a 28 kilómetros de la terminal Demachiyanagi, en el norte de Kioto, y 22 de Yodoyabashi, en el centro de Osaka) partió el 10 de mayo el que llamaron Dance Train of May y cuyos vagones, sin dejar de cumplir su función habitual, se convirtieron además en agitado tablado itinerante y escenario cambiante. Los altavoces, en lugar de los habituales avisos del conductor, emitían música clásica y popular, antigua y moderna, y los bailarines desarrollaban coreografías imprevistas para unos espectadores que eran también, para quienes esperaban el tren en cada estación, súbitos figurantes. Un largo teatro por el que desfilaban al fondo, a un lado y otro, las montañas impávidas.
Yo no estuve ahí: lo anterior me lo cuenta y hace ver Masashi Yano, que tiene aficiones curiosas y una cámara de video. También la foto es suya.
No cabe duda que los japoneses tienen mejor gusto que los neoyorquinos. Aquí cuando se organiza algo en los trenes del metro es para que a cierta hora de cierto día centenares de conspiradores se quiten faldas y pantalones y viajen sin hacer aspavientos durante unos minutos en su ropa interior. Y ya. Los avisos siguen siendo If you see something say something. Ines of course saw somebody's poopoo.
ResponderBorrary los neoyorquinos mejor gusto que los mexicanos
ResponderBorraryo preferiría encuerarme en el metro que soportar a vendedores de todo y de n'importe quoi
felicitaciones por tu blog
Me pregunto por qué últimamente se acercan por aquí peces y mariscos.
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