En el margen del río Yodo, que corre del Lago Biwa al puerto de Osaka, grabo unos trazos cambiantes. "Esto es lo malo de no hacer imprimir las obras: que se va la vida en rehacerlas", escribió Reyes. Esto es lo bueno de la vida: que corre. Como lo que aquí se publica no se imprime, se rehace.
lunes, 16 de julio de 2007
La caligrafía tiene que ser elegante
En abril empezaron a aparecer en los sanitarios públicos para hombres de Japón sobres con billetes de diez mil yenes y notas a pincel en papel washi, me gusta imaginar que en caligrafía elegante, con indicaciones o insinuaciones sobre el destino que el incógnito donante espera para el dinero: "para fines ascéticos", "a tu buena persona, que ha entrado aquí hoy"; algunas veces el mensaje está en el sobre y consta de un solo caracter que significa "en agradecimiento". En Japón quien encuentra dinero en lugares públicos lo entrega normalmente a la policía, que se lo devuelve si en el plazo de seis meses no lo reclama nadie, y hasta el jueves pasado, cuando Jordi Juste Jarrigós dio cuenta de la historia en su blog, de donde la resumo, se habían entregado más de cuatro millones de yenes.
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