LO QUE VI AL VISITAR EL TEMPLO DE ISE
Tiende otra vez sus rayos el sol de la mañana,
ya amarillas las cumbres de la verde montaña.
Ha pasado el chubasco y el Monte Ikoma surge,
oculta aún la Cueva del León entre las nubes.
Allende el río Yodo, más lejos el Amano,
uno a otro hacia Kin’ya se suceden los campos.
Dicen que hubo antaño en Nagisa un Albergue:
¿por quién florecen hoy sus cerezos de nieve?
Tiende otra vez sus rayos el sol de la mañana,
ya amarillas las cumbres de la verde montaña.
Ha pasado el chubasco y el Monte Ikoma surge,
oculta aún la Cueva del León entre las nubes.
Allende el río Yodo, más lejos el Amano,
uno a otro hacia Kin’ya se suceden los campos.
Dicen que hubo antaño en Nagisa un Albergue:
¿por quién florecen hoy sus cerezos de nieve?
Florecen para quien lee el poema, florecen en memoria del sufrimiento de los albergados, florecen en tu blog, simplemente florecen
ResponderBorrarMagnífico poema.
Saludos.
Por qué????
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