En el margen del río Yodo, que corre del Lago Biwa al puerto de Osaka, grabo unos trazos cambiantes. "Esto es lo malo de no hacer imprimir las obras: que se va la vida en rehacerlas", escribió Reyes. Esto es lo bueno de la vida: que corre. Como lo que aquí se publica no se imprime, se rehace.
Te he estado leyendo aunque casi nunca comente.
ResponderBorrarEsta es, probablemente, la entrada que más me ha gustado de Margen del Yodo.
Siento que se borran los límites que definen al lector, al escritor y al pájaro. Tanto en la foto como en el texto.
Preciosa, Aurelio, preciosa.
ResponderBorrar¡Qué buena foto!
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