En el margen del río Yodo, que corre del Lago Biwa al puerto de Osaka, grabo unos trazos cambiantes. "Esto es lo malo de no hacer imprimir las obras: que se va la vida en rehacerlas", escribió Reyes. Esto es lo bueno de la vida: que corre. Como lo que aquí se publica no se imprime, se rehace.
martes, 15 de mayo de 2012
lunes, 30 de abril de 2012
martes, 3 de abril de 2012
miércoles, 14 de marzo de 2012
Luciérnagas las brasas
暮れやらぬ庭の光は雪にして奥暗くなる埋み火のもと
花園院
Casi anochece.
En el jardín la luz
es de la nieve.
Adentro las tinieblas
a las brasas envuelven.
Ayer nevó un poco en Kioto por segundo día consecutivo en marzo y recordé este poema del Emperador
retirado Hanazono (1297–1348), que hasta ahora encontré. Recuerda desde luego el dicho sobre “la luz de las luciérnagas, la nieve en la ventana” 蛍の光、窓の雪 que alumbra a los estudiantes pobres, originado en una historia de la dinastía Tang a la que no creo que aluda Hanazono pero cuya memoria, alentando en las brasas las luciérnagas, no me parece impertinente. La foto es de ©lamonse.
domingo, 11 de marzo de 2012
jueves, 8 de marzo de 2012
La ruta no natural
No sé si sea cierto que la inadvertida mujer del galerista, malinterpretando la planeada sorpresa del marido, mandó de inmediato barrer la hierba que al cabo de un fin de semana en la playa había aparecido entre las baldosas de la sala, pero la anécdota es verosímil, pues las esculturas que laboriosamente realiza Yasuhiro Suda en madera de camelia, con métodos distintos pero no más rápidos que los de la madre naturaleza, son a los ojos como las naturales, y entre ellas no ha dejado de aparecer, en la rama o ya desperdigada en pétalos, también alguna camelia.
miércoles, 7 de marzo de 2012
sábado, 3 de marzo de 2012
Japón: los niños del tsunami
La BBC transmitió el 1° de marzo pasado este documental en que los niños hablan de su experiencia del tsunami del 11 de marzo de 2011.
lunes, 13 de febrero de 2012
Ooka: ¿Qué es la poesía?
La
primera parte del libro de Makoto Ooka ¿Qué es la poesía?
(詩とはなにか,
1985) es una secuencia del mismo título formada por veinticuatro
poemas, muy breves con excepción de los siete últimos. Hace quince
años traduje siete de los primeros, que publicaron un par de
revistas mexicanas. Anoche retoqué esa versión y añadí seis. Los
trece representan, en términos de extensión, la tercera parte del
total.
1
Viene
incesantemente
de
frente y va a golpearme
pero
yo siempre
puedo
dejar que pase
2
Juego
de niños
no
es
y
sin embargo
un
poeta es un niño
3
Es
el proceso mismo
de
fatal extinción de todos
los
escenarios psicológicos
4
No
estudia el sentido del tiempo
ni
ve el color del cielo,
siempre
recién nacida
rana
que salta
en
el espacio–tiempo
del
viejo estanque
5
Una
enérgica mordedura
no de mandíbula ni dientes
sino de la amargura
de un un tornillo transparente
6
Ojos en que lo mínimo
tiene grandes reflejos
y labios que murmuran
las grandes cosas
7
Mientras
el ebrio pueblo duerme
un
catcher
el
único despierto
se
frota la piel
golpeada
y ardida
de
madrugada
8
Pulo
una brizna de hierba
pálida
luz en mi palma
todavía
en tinieblas
9
En
un rumor de hojas
conteniendo el aliento
con
la goma tenaz
de la voluntad
vinieron
a
borrarme
mis
hermanos
Y eso fue todo
cómo
decirlo
Qué
radiante la vida
10
Hay
un gatito
encima
de ese plato
Desnudos
los seres vivos
son
qué peludos
11
Inolvidable
no
es ningún poema
—¡pero
qué ideas!
Viajé
al confín
del
universo y no
recuerdo
uno solo
¡Menudo
idiota!
12
Para adiestrar una palabra
hay que exaltarla
pero aún exaltada hasta los
cielos
una palabra canta pocas veces
ten la palabra bien pegada al
pecho
y ve soltándola con calma
hasta que suelte dos suspiros
y unas largas vocales
13
El beso demorado
del cuerpo del torrente
que da la amante urna
sábado, 11 de febrero de 2012
Flor que espera la noche
Es
improbable que alguien pase un tiempo en Japón, aunque solo sea
virtualmente, sin toparse con las encantadoras estampas de Yumeji
Takehisa (1884-1934), un artista autodidacto popularísimo en
vida y de cuyas imágenes se encuentran reproducciones a cada paso.
Hay en la esbelta levedad de sus mujeres —las de sus cuadros y
grabados lo mismo que las de sus ilustraciones para libros y tarjetas
postales— un aire de alegre modernidad inaugural, la primera
voluntariosa modernidad consciente de una joven potencia milenaria,
que hace en kimono vida de café y sueña en camas altas con Europa,
como hay, en sus diseños abstractos o florales de telas y papeles
una feliz conjunción de motivos tradicionales y ritmos europeos
finiseculares y de vanguardia. En años recientes Yumeji ha
despertado el interés de algunos estudiosos y coleccionistas
occidentales y sin duda pronto, como suele ocurrir, empezará a ser
revaluado en Japón. Estas notas de Sabine
Schenk y Matthew
Larking pueden dar una idea más amplia.
Pero
antes que las artes plásticas, la vocación de Yumeji fue la poesía.
Y al menos uno de sus poemas alcanzó, en la versión reducida
musicalizada por Tadazuke Ono en 1917, la inmensa y perdurable
popularidad de sus imágenes. En
Youtube pueden encontrarse muchas interpretaciones y arreglos de ayer
y hoy de Yoimachigusa,
con y sin voz y para diversos ritmos o instrumentos, por nacionales y
ultramarinos. Por ejemplo esta para violín con Ikuko Kawai:
El
poema evoca un amor efímero del verano de 1913 que terminó
súbitamente cuando la muchacha dejó al poeta (en el segundo de sus
tres matrimonios y en no sé cuál de sus constantes amoríos) para
casarse con otro. Son tres versos de dos hemistiquios de 7 y 5 moras
(el metro de toda la poesía japonesa tradicional, en una secuencia
más larga que un tanka o haiku) que no es difícil reproducir
literalmente en sílabas españolas:
宵待草
待てど暮らせど 来ぬ人を
宵待草の やるせなさ
今宵は月も 出ぬさうな
待てど暮らせど 来ぬ人を
宵待草の やるせなさ
今宵は月も 出ぬさうな
Onagra
vespertina
De esperar y esperar al que no viene
La onagra vespertina no halla consuelo
Y esta noche la luna tampoco sale
Sin
embargo, se pierde toda la gracia
que está en el título: “yoimachigusa”
es “onagra” en español pero el sentido inmediato para un japonés
es el de “hierba que espera la anoche”. Sí: la onagra (Oenathera
biennis)
es una flor que se abre al atardecer. Para lograr un juego parecido
habría que elegir otra flor. Por ejemplo, la siempreviva:
Siempreviva
De esperar y esperar
al
que no viene,
se aja la siempreviva
se aja la siempreviva
y
desfallece.
Y esta noche sin luna
Y esta noche sin luna
aquí me tiene.
Las
rimas, por supuesto, no están en el original. Tampoco la puntuación.
Ni, ya lo dije, la siempreviva. Pero así son las versiones de
poesía. Y de la vida misma: véase la película Yumeji (夢二, 1991) de Seijun Suzuki (鈴木清順, 1923—).
jueves, 5 de enero de 2012
Un almanaque oracular
Hace tres
años, Shuntarô Tanikawa publicó Shimekuri (詩めくり) una colección de 365 breves
poemas, uno por cada día del año.
El título es un neologismo acuñado sobre himekuri
(日めくり): calendario de taco, ese que se cuelga de la pared y en el que a cada
día corresponde una hoja desprendible. Escribir un poema diario
parece perfectamente natural en un poeta como que escribe como quien silba por la calle, pero el libro es menos una dietario o una bitácora que un almanaque oracular para los lectores. El poema inicial, que puede dar muy bien idea del aire críptico y el tono epigramático del conjunto, tan distinto de otros de Tanikawa, es el siguiente:
一月一日
くわしい地図書いてください
その家へは行ったことがないのだから
あ ちょっと待って
靴が脱げてしまった
と 若き日のニーチェは言った
谷川俊太郎
PRIMERO DE ENERO
Por favor traza un mapa detallado
Porque no he ido nunca a esa casa
Ah pero espera un poco
Se me soltaron los zapatos
Dijo Nietzsche cuando era joven
(Versión
de A. A.)
No es difícil desentrañar las alusiones.