domingo, 5 de agosto de 2007

Seis poemas de paso

Doy con un puñado de senryu anónimos de la época de Edo, que traduje hace años de las versiones inglesas de R. H. Blyth. Sin revisarlas apenas —estoy de viaje, no tengo a mano el texto japonés— recojo aquí algunos, en una secuencia ajena a la intención de los autores.

     ¡Qué emocionante,
     un nuevo amor —y pronto,
     qué cosa grave!

    *
     ¡Qué confesiones,
     en una sola noche,
     a la enfermera!

     *
     
     Más y más bajas
     las últimas palabras
     más y más bajas.
     
     *
     
     Sólo dos cosas
     quisiera: el Paraíso
     y no morir.
     
     *
     
     Cuando murió,
     bien muerto que hubo sido,
     qué hombre cumplido.
     
     *
     
     Pasan las gentes
     de toda condición
     y cae la noche.

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