Al recoger un fruto de la hierba en que explora,
Cloris ha descubierto de pronto una miedosa
ranita que, temiendo con razón por su suerte,
en la sombra se suelta de pronto como un muelle,
abre y cierra las ancas, y en menos que un instante
da un salto entre las fresas, pasa entre los tomates
y corre hacia la charca donde, husmeando el peligro,
una a una sus hermanas pronto se han sumergido.
Ya diez veces ha estado Cloris por atraparla
debajo de su mano bruscamente cerrada;
pero otras diez veces, más rápida y más lista,
ha logrado esquivar sus dedos la ranita.
Cloris la tiene al fin; ¡Cloris canta victoria!
Con los ojos azules de su madre, la hermosa
ríe de cara al azul; bajo el ancho sombrero
corre el arroyo doble de sus rubios cabellos;
tras el velo de oro, rosas en sus mejillas;
y en sus labios se muestra la más clara sonrisa.
Es curiosa y observa, no puede no advertirlo,
el extraño contacto del cuerpo vivo y frío.
La ranita la mira fijamente, temblando,
y Cloris, que ya arriesga poco a poco la mano,
se conmueve al sentir, vuelto loco de miedo,
el corazón que late con fuerza entre sus dedos.
L A G R E N O U I L L E
En ramassant un fruit dans l’herbe qu’elle fouille,
Chloris vient d’entrevoir la petite grenouille
Qui, peureuse, et craignant justement pour son sort,
Dans l’ombre se détend soudain comme un ressort,
Et, rapide, écartant et rapprochant les pattes,
Saute dans les fraisiers, et, parmi les tomates,
Se hâte vers la mare, où, flairant le danger,
Ses sœurs, l’une après l’autre, à la hâte ont plongé.
Dix fois déjà Chloris, à la chasse animée,
L’a prise sous sa main brusquement refermée ;
Mais, plus adroite qu’elle, et plus prompte, dix fois
La petite grenouille a glissé dans ses doigts.
Chloris la tient enfin ; Chloris chante victoire !
Chloris aux yeux d’azur de sa mère est la gloire.
Sa beauté rit au ciel ; sous son large chapeau
Ses cheveux blonds coulant comme un double ruisseau
Couvrent d’un voile d’or les roses de sa joue ;
Et le plus clair sourire à ses lèvres se joue.
Curieuse, elle observe et n’est point sans émoi
A l’étrange contact du corps vivant et froid.
La petite grenouille en tremblant la regarde,
Et Chloris dont la main lentement se hasarde
A pitié de sentir, affolé par la peur,
Si fort entre ses doigts battre le petit cœur.
*
Cuando juntaba mi libro de ranas, Alberto Ruy Sánchez me señaló este poema.
5 comentarios:
Es un placer visitar su blog y leer sus tuits. Saludos.
Hola¡
Permiteme presentarme soy Fernanda, administradora de un directorio de blogs, visité tu blog y está genial, me encantaría contar con tu blog en mi sitio web y así mis visitas puedan visitarlo tambien.
Si estas de acuerdo no dudes en escribirme
Exitos con tu blog.
Un cordial saludo
Fernanda Fernandez.
maferfpor@hotmail.com
"...a pitié de sentir..." mon amour!
Oh, excelente eso de "se conmueve al sentir, vuelto loco de miedo,
el corazón que late con fuerza entre sus dedos."
No hay mejor descripciòn para quien haya tenido una rana entre las manos.
Saludos
El latir de la vida en la mano. Si aprietas mucho peligra, y si apretas poco puedes perder tu conquista.
Un placer un martirio.
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