En Japón suele tenerse al Chôju-jinbutsu-giga,
un conjunto de cuatro rollos historiados que datan de fines de la era
Heian, por el origen remoto del manga, aunque los siete siglos que
median entre el monje Toba Sôjô (1053-1140), al que la obra se
atribuye sin mucha certidumbre, y los manga de Hokusai, son sin duda
demasiados. Pero el salto se explica por el carácter excepcional de
la obra, en la que ranas, conejos, zorros y monos bailan, conversan,
se entretienen en juegos y disputas u ofician ceremonias religiosas.
No se trata de un relato, pero tampoco de una sucesión de imágenes
inconexas: la secuencia, de tono festivo e intención satírica, es
innegablemente rítmica, y aunque los hilos alusivos y simbólicos de
la trama sean invisibles para el espectador no avisado y haya pasajes
enigmáticos para los eruditos, la gracia de las imágenes es
insuperable y la experiencia de verlas se parece mucho más a la de
escuchar una pieza musical que a la de despachar una historieta
ilustrada.
Porque
aquí no se trata de ilustraciones: no hay ningún texto y es solo el
dibujo lo que canta y cuenta. No es extraño que, entre las obras
clásicas mayores del arte japonés, esta sea una de las más
populares pero, aunque abundan las reproducciones completas —en
rollos de diversas dimensiones, libros y videos como el muy
deficiente que aparece en esta página— y fragmentarias —en
revistas, tarjetas postales, pañuelos, camisetas, tazas,
encendedores...—, muy rara vez se exhibe el original. En diez años
en Japón, solo una vez pude no verlo: vislumbrarlo, parándome de
puntas y alargando el cuello sobre las cabezas de los numerosos
visitantes que recorrían parsimoniosamente el centenar de metros que
sumaban los cuatro rollos extendidos en las vitrinas del Museo
Nacional de Kioto.
Gran noticia: hay ya una
aplicación gratuita para iPad que permite recorrer enteramente
dos de los rollos, reproducidos con una calidad de imagen impecable.
Las explicaciones están en japonés, pero no hacen falta para
disfrutar del paseo y el curioso puede encontrar muchas más en
inglés, y algunas en español, en la red.
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