viernes, 15 de mayo de 2009

Mientras al fondo pasan las montañas

La red de trenes Keihan (京阪) se llama así porque la primera y principal de sus vías une, desde 1910, las ciudades de Kioto (京都) y (大阪) Osaka. De la estación de Hirakata (a 28 kilómetros de la terminal Demachiyanagi, en el norte de Kioto, y 22 de Yodoyabashi, en el centro de Osaka) partió el 10 de mayo el que llamaron Dance Train of May y cuyos vagones, sin dejar de cumplir su función habitual, se convirtieron además en agitado tablado itinerante y escenario cambiante. Los altavoces, en lugar de los habituales avisos del conductor, emitían música clásica y popular, antigua y moderna, y los bailarines desarrollaban coreografías imprevistas para unos espectadores que eran también, para quienes esperaban el tren en cada estación, súbitos figurantes. Un largo teatro por el que desfilaban al fondo, a un lado y otro, las montañas impávidas.
          Yo no estuve ahí: lo anterior me lo cuenta y hace ver Masashi Yano, que tiene aficiones curiosas y una cámara de video. También la foto es suya.

3 comentarios:

Cangrejo dijo...

No cabe duda que los japoneses tienen mejor gusto que los neoyorquinos. Aquí cuando se organiza algo en los trenes del metro es para que a cierta hora de cierto día centenares de conspiradores se quiten faldas y pantalones y viajen sin hacer aspavientos durante unos minutos en su ropa interior. Y ya. Los avisos siguen siendo If you see something say something. Ines of course saw somebody's poopoo.

pez dijo...

y los neoyorquinos mejor gusto que los mexicanos

yo preferiría encuerarme en el metro que soportar a vendedores de todo y de n'importe quoi

felicitaciones por tu blog

Aurelio Asiain dijo...

Me pregunto por qué últimamente se acercan por aquí peces y mariscos.