martes, 28 de octubre de 2008

No es un pulpo lo que estoy pintando



Shindô Kaneto (Hiroshima, 1912 – ) es el director de la primera película sobre Hiroshima: Los niños de la bomba atómica (原爆の子, 1953); de un poderoso documental sin diálogo sobre una familia pobre de pescadores del mar interior: La isla desnuda (裸の島, 1960); de una de las obras maestras del cine japonés: Onibaba (鬼婆, 1964). Entre el medio centenar de títulos que completan su filmografía, Hokusai Manga (北斎漫画, 1981) no es de la más conocidas ni de las más logradas, pero tampoco es en modo alguno desdeñable. Su mayor mérito está sin duda en la recreación del bajo mundo literario y artístico de la época de Edo, y en el retrato de personajes como los novelistas Ikku Jippensha y Kyokutei Bakin o el pintor Utamaro Kitagawa, que tal vez pasen inadvertidos para un espectador no japonés. Difícilmente se la puede calificar de biografía histórica. La narración prescinde de largos periodos, inventa circunstancias, altera fechas y se centra en la obsesión erótica de Hokusai por una modelo, Onae, vastamente supuesta. Pese al título, no se ocupa mayormente de los Hokusai manga, es decir, los quince prodigiosos volúmenes de dibujos que produjo entre 1811 y 1920 y cuya influencia en la cultura visual de Japón y del mundo es inconmensurable.
           La escena que aparece en el video ocurre hacia el final de la película, cuando Hokusai, a los 89 años, plasma el Sueño de la mujer del pescador. (Licencia cinematográfica: la estampa es de 1820, una década antes). Su hija ha encontrado a una muchacha muy parecida a Onae y del mismo nombre (el encuentro con ella ocurrió medio siglo antes), la ha llevado a casa y el anciano, al verla, se ha exaltado de tal modo que la ha hecho huir. Pero regresa. La mañana siguiente, Hokusai va a la playa y vuelve con un pulpo en una caja y una idea en la cabeza, que seduce a la joven de inmediato. Él, durante la escena, guía su imaginación y sus movimientos:  “las mujeres excitadas arquean los pies”. Al final advierte: “no es un pulpo que viola a una mujer: es el deseo de una mujer por un pulpo lo que pinto”. Aclaración que debiera ser innecesaria.

1 comentario:

Tania dijo...

Sigo prefiriendo la perturbación que siento al ver la estampa. Y yo si agradezco la aclaración de sus intenciones.

Un saludo.