jueves, 13 de noviembre de 2008

Barajemos ahora viejas fotos: I


Como ya conté aquí y aquí, no vi jugar karuta hasta hace casi un año, en el santuario de Yasaka, pese a que tenía ya un lustro trabajando en la traducción de la serie de cien poemas impresos en los naipes y en la memoria de los participantes, en la variante más ilustre del juego. Pero aquella ceremonia y las que antes seguí brevemente en la televisión no tenían el aire doméstico de la reunión en esta fotografía que me hizo llegar Aurelia Gómez hace unos días y que no sé quién haya tomado ni cuándo, ni si el escenario sea una casa o más bien, como me imagino, un ryokan* en el que las amigas pasan la noche juntas y la escena transcurra en espera del baño. Me gusta el aire de otra época no tan remota, ya contemporánea de la fotografía y del cine y por tanto nuestra; me gustan, desde luego, el tatami y los cojines, la indumentaria y la rama del árbol en la estampa; que no haya vasos ni ceniceros en la mesa; las sombras en la pared y la disposición diversa de las manos. Todo tan distinto de lo que ocurre en esta serie de fotografías de la ceremonia que he dicho, el tres de enero de este año:


* Remito a la versión inglesa de la wikipedia porque la española introduce información inexacta.

1 comentario:

Susana Marques dijo...

Esta sequência é absolutamente maravilhosa.