jueves, 6 de noviembre de 2008

Un poema de Ono no Komachi




小野小町
人にあはむ月のなきには思ひおきて
むねはしり火に心やけをり
hito ni awamu tsuki no naki ni wa omoi okite
mune hashiri hi ni kokoro yake ori


No nos veremos.
En la noche sin luna,
mi amor en vela.
En el pecho sin freno,
mi corazón se quema.

           Ono no Komachi

12 comentarios:

Selva Hernández dijo...

Precioso el grabado. Me encanta Ono no Komachi.

Jonatan Santos dijo...

Estimado Aurelio, (nombre de aurora boreal). He traducido mi blog al inglés, japonés y francés. Al menos, lo he intentado con los programas técnicos. Las razones, compartir con todo el mundo, aquellos trozos del alma que tenemos dentro de uno mismo. Tal vez la traducción no sea la mejor, que seguro que no la es; pero para compartir, da igual que uno tenga la camisa un tanto manchada cuando cuenta las intenciones.
Buscando entre los blogs del VerveEarth te he encontrado a ti, y quisiera decirte que me ha parecido maravilloso.
Así que si lo estimas oportuno, quiero invitarte a tomar un café, un té o lo que creas conveniente en mi rincón en este universo. Dime cuantos terrones de letras azucaradas te pongo, tú eres mi invitado.
Un fuerte saludo.
Joni.
www.sanjoni.wordpress.com

Mónica Sánchez Escuer dijo...

Bello y hondo. Arde. Ahora lo descubro: éste es el poema que lee, cada noche, la mujer de mi historia, la que amanece con un trozo de fuego en el cuerpo. Tal vez es la misma Ono no Komachi...

Pablo Seguí dijo...

Lindo poema. Pobre.

ele de lauk dijo...

Y si fuera :

No nos veremos
en la noche sin luna .
Mi amor es vela
en el pecho sin freno ,
mi corazón se quema .

Es posible , o el sentido del poema en japonés obliga sólo a tu traducción ?

Aurelio Asiain dijo...

No, hay muchas traducciones posibles, y la tuya no está nada mal. Me gusta mucho. Me gusta más que la mía. Ahora bien: el poema japonés tiene un hiato sintáctico —habitual— entre el tercer y el cuarto verso, que yo mantengo (aunque añadí otro entre el primero y el segundo, que no existe. También añadí algo más: la noche, que no está en el original.

Magda Díaz Morales dijo...

No conocía a este poeta, Komachi. Solo un poeta puede decir tanto, con tan pocas palabras.

Pablo Seguí dijo...

Qué gota concentrada, cristal ambarino petrificado lento.

Gracias por la traducción.

Cíntia dijo...

Bello.

Cíntia dijo...

Bello.

Cíntia dijo...

Bello.

Anónimo dijo...

Yo me desperté
y no te encontraba.
No había luna.
Mi pecho, una hoguera
Y por dentro, brasas.

** Es la traducción que hace Antonio Cabezas, traductor de los Cantares de Ise(única traducción al castellano). Deseo que disfrutes profundamente de esos nuevos matices. Komachi es maravillosa...**