LO QUE VI AL VISITAR EL TEMPLO DE ISE
Tiende otra vez sus rayos el sol de la mañana,
ya amarillas las cumbres de la verde montaña.
Ha pasado el chubasco y el Monte Ikoma surge,
oculta aún la Cueva del León entre las nubes.
Allende el río Yodo, más lejos el Amano,
uno a otro hacia Kin’ya se suceden los campos.
Dicen que hubo antaño en Nagisa un Albergue:
¿por quién florecen hoy sus cerezos de nieve?
Tiende otra vez sus rayos el sol de la mañana,
ya amarillas las cumbres de la verde montaña.
Ha pasado el chubasco y el Monte Ikoma surge,
oculta aún la Cueva del León entre las nubes.
Allende el río Yodo, más lejos el Amano,
uno a otro hacia Kin’ya se suceden los campos.
Dicen que hubo antaño en Nagisa un Albergue:
¿por quién florecen hoy sus cerezos de nieve?
2 comentarios:
Florecen para quien lee el poema, florecen en memoria del sufrimiento de los albergados, florecen en tu blog, simplemente florecen
Magnífico poema.
Saludos.
Por qué????
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