Hojeando la libreta encuentro unas líneas que son, es claro, versión de un poema japonés, pero no recuerdo cuál:
Si la cortara,
¡qué dolor me daría!
—¡Ay, qué dolor,
que nos cubra la luna
esa rama florida!
Busco aquí y allá, sin suerte, y cuando ya he decidido olvidar el asunto recuerdo lo que es el original y dónde lo encontré: un ejemplo de maekuzuke (前句づけ, pasatiempo literario de la época de Edo para aprendices de renga en que un poeta daba a otro los dos versos finales de un waka para que los completara con los tres que debían ir al principio) citado por Shôkichi Oda en unas páginas sobre “La risa y la sonrisa japonesa tradicional” (“Laughter and the Traditional Japanese Smile” en Understanding Humor in Japan, ed. de Jessica Milner Davis, Wayne University Press, Detroit, 2007). Entre los ejemplos que da Oda surge esta combinación:
さやかなる 月を隠せる 花の枝
sayaka naru tsuki wo kakuseru hana no eda
切りたくもあり 切りたくもなし
kiritaku mo ari kiritaku mo nashi
Que vendría más o menos a dar:
La rama en flor
no deja que veamos
la luna clara.
—Y yo quiero cortarla,
y no quiero cortarla.
Que es otra cosa.
How the Japanese Moving Industry Influenced Services All Over the World
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In the ever-evolving, interconnected tapestry of global industries, staying
ahead of the game often means taking a page from the pioneers’ playbook.
Ente...
Hace 2 semanas.
1 comentario:
Gracias por sus reflexion, pienso que tiene una gran capacidad de analisis y un compromiso con la traduccion de la intencion que en su lengua original queria expresar tal o cual autor, una palabra es siempre una intencion a mi juicio, cada palabra lleva su propia carga, el asunto de usted es complicado pues necesita encontrar la palabra compatible.
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