La tomé a fines de marzo del año pasado en el Taizo-in, el más antiguo y célebre de los cuarenta y cuatro subtemplos que componen el inagotable Myoshinji. Supongo que me atrajeron la perfecta composición del conjunto, la sobria elegancia de los colores y la austera riqueza de las texturas. Que es no decir nada, claro, porque eso es lo que uno encuentra en cualquier templo zen de Kioto, donde ponga los ojos. También me llamó la atención que fueran sólo cuatro los sombreros y los pares de sandalias (草鞋, waraji, casi los “huaraches” del español de México). Como en muchos templos de la ciudad, en el Taizo-in el número de monjes es cada vez menor y probablemente los que estuvieran entonces ahí no fueran sino visitantes. De cualquier modo, cuatro sombreros son pocos sombreros y cuando coloqué la foto en Flickr se me ocurrió titularla Rain falls over the fifth one: me imaginé a un pelón corriendo en el chubasco. Luego, para la exhibición en México, traduje: “Al quinto se le moja la cabeza” (que no es literal pero es mejor y me conviene: los títulos de mis fotos tienen siempre en inglés seis palabras, en español once sílabas).
No reparé en el doble sentido hasta que me lo hizo ver Fernando Blanco: —Claro, en inglés se pierde el juego —dijo. —¿Cuál juego? El título original es en inglés —aclaré. Yo no sabía que en España llaman quinto al muchacho que está por iniciar el servicio militar. (Es la tercera acepción de la palabra en el DRAE, que dice con ineptitud característica: “Mozo desde que sortea hasta que se incorpora al servicio militar”; si uno quiere saber qué significa “sortea” en esa frase, la entrada correspondiente del Diccionario es inútil). En México, “quinto” es el muchacho virgen, que no se ha desquintado. —Ése todavía es quinto —decíamos, en presencia de ese, para molestarlo.
How the Japanese Moving Industry Influenced Services All Over the World
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In the ever-evolving, interconnected tapestry of global industries, staying
ahead of the game often means taking a page from the pioneers’ playbook.
Ente...
Hace 2 semanas.
3 comentarios:
...llamando ineptos a los miembros de la DRAE lo que usted demuestra es un ego impresionante. ¿Está usted seguro que en su interior no guarda algún tipo de rencor al comprobar para tristeza suya usted y su carrera literaria pasan completamente desapercibidos ? Puede que en el fondo usted se muera de gusto imaginando que le consultan a diario las dudas del idioma español.
Cuanta vanidad...cuanta prepotencia.
Un saludo caballero!
Gracias por la visita, y por el comentario. Es una prueba de que lo que escribo no pasa "completamente" inadvertido (que es lo que usted quiso decir con "desapercibido"). En cuanto al comentario sobre el DRAE, lo hice dando una prueba específica de esa ineptitud. Hay muchas. Y no soy el primero en señalarla; los libros y artículos sobre los defectos del Diccionario académico son numerosísimos. A mí, como hablante del español, que lo soy igual que usted, esos defectos me irritan y me entristecen: por eso los señalo. ¿O usted cree que el Diccionario, por estar hecho por la Real Academia, es infalible? Dista mucho de serlo. Comparado con los diccionarios ingleses y franceses, es vergonzoso. No veo por qué decirlo encierre vanidad o prepotencia. La lengua española no es propiedad de la Academia.
Hola,
Interesante blog, hoy lo descubri a traves de la publicacion que salio sobre el gusto de bloguear.
Soy mexicana y estoy en japon, y me da gusto saber de mexicanos realmente interesados en la riqueza del idioma espanol.
Gracias por la labor que realiza.
Socorro Lara (Coca)
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